El siguiente ejemplo nos muestra una sobria combinación de un estilo clásico con estilo moderno. Sus clásicos techos de dos aguas están rematados con tejas más modernas, casi planas y en tonos más grisaceos. Los muros son más bien planos y se ha evitado el uso de adornos o remates embellecedores logrando así un estilo pulcro y moderno. La sensación de "calor de hogar" quizás no sea demasiada, pero es suficiente para que cualquiera te diga: "pero, ¡qué bonita casa tienes!"
El tercer ejemplo ni siquiera tiene un tejado, pues ya es otro estilo más modernista, quizás hasta brutalista por su marcada geometría plana - cubista, sin embargo, es el ladrillo el que le da ese efecto agradable de "calor de hogar". Hay que mencionar que las rejas protectoras de las ventanas son de efecto "muy pesado" para la estética de este hogar, haciéndola parecer como una prisión fortificada; entendemos que la seguridad anti-robo es importante pero creo que se pudo buscar otro diseño menos agresivo y más acorde quizás al barandal de la terraza.
